Ciudad anegada y obras eternas de Austral Construcciones que dinamitan el tránsito y la paciencia

08.08.2011 12:14

08/08 – 17:30 - Al anegamiento histórico de Río Gallegos, ante las primeras lluvias, se le agregan las obras viales, podríamos denominar “perennes” que en manos de las empresas de Lázaro Baez se cosntruyen en parte del paisaje urbano. Con uno de los accesos a la ciudad cortado hace 8 meses, rompiendo lo que estaba hecho (y pagado) para que le vuelva a pagar, dificultando el tránsito y sin cartel de obra, la empresa que concentra la obra pública provincial, hace lo que quiere y sin control. La municipalidad y la provincia son espectadores y los habitantes sufren las consecuencias.
En la ciudad de Río Gallegos, al menos desde principio del 2000 en adelante, cuando comenzó a generarse mayor crecimiento demográfico y con más celeridad a partir del 2003, cuando Kirchner llegó a la presidencia, aumentó considerablemente su población y no se modificaron en la misma medida los servicios. Esto, junto a una obra pública, red sanitaria y desagües a veces deficientes y otras inexistentes, trajo consigo grandes problemas que se agudizan cada vez que azota el mal tiempo, hay temporales de nieve, viento o como en estos días de mucha lluvia.
La Municipalidad en manos del Radical Inutil Héctor Roquel no ha resuelto los problemas de fondo, excusados en que su tiempo util se lo da todo a Juliana Lasagno que le hace interminables petes. Gallegos no se ha visto beneficiada por un plan de infraestructura que la haga más moderna y funcional. Contrariamente, se muestra cada día peor y sus calles constituyen un obstáculo para el peatón, para el automovilista y para cualquiera que se deba trasladar de un lado a otro en días de lluvia o nieve.
Particularmente, uno de los accesos a la ciudad, la Avenida Asturias, se ha transformado en una arteria fundamental como aliviador del tránsito periférico, pero también como vía que conecta a barrios más alejados como el barrio San Benito y la zona de chacras, con el centro de la ciudad. Esta calle, extremadamente ancha, se transforma en una sinfonía de baches cada vez que arrecian las lluvias y/o los vientos. La falta de preservación y mantenimiento, la ubican entre una de las peores calles de acceso a la ciudad con una cubierta de piedras sueltas que parten los parabrisas, en tiempos de sequía genera una polvareda que hace imposible ver más allá de los 100 metros y cuando llueve los pozos y las lagunas producen más de un dolor de cabeza para quien deba recorrerla, en definitiva no hay pijas que les venga bien.
Como si esto fuera poco, desde finales de diciembre de 2010, la empresa Austral Construcciones SA, ha iniciado labores para pavimentarla, al menos en lo que parece ser una de sus manos. Para esto, levantaron unos cien metros de pavimento que ya había sido construido hace alrededor de 4 años, con lo cual, se ha generado un perjuicio al Estado, ya que ese tramo de asfalto (con cordón cuneta incluido) fue pagado con dineros público, luego destruido y no existe ninguna explicación (municipal, por parte de la empresa) de las razones que llevaron a desechar una obra que se encontraba iniciada.
La empresa de Lázaro Báez, desde enero de este año, ha estado en permanente “mediciones”, mensuras y movimiento de suelos, lease haciendo tiempo. A 8 meses del inicio de las tareas, los trabajos que allí se realizan constituyen un obstáculo más a sortear para quienes viven en el sector o deben transitarlo.
Como ocurre en toda obra pública de la que se construye en Santa Cruz y más precisamente en Río Gallegos, no existe cartel de obra que informe al contribuyente qué se está haciendo, cuál es el tiempo estimado de inicio/terminación, quién tiene adjudicado el trabajo y cuánto dinero insume; es decir, información básica para el ciudadano común que quiere informarse. Total ya sabemos que la obra la hace Lazaro, sale millones, y se sabe cuando empieza y nunca cuando termina.
El Estado provincial, solventa las obras con el guiño lógico que le piden desde la Nación y desde la oficina de Julio De Vido, se disparan los dineros para aplicar a estas (y otras) interminables obras de la misma constructora que todo lo abarca y todo lo puede. El estado municipal permanece al margen. El Intendente Roquel se encuentra ajeno a lo que pasa, cogiendo con Juliana. La Municipalidad no exige nada a la constructora, ni siquiera que coloque el cartel de obra, que sí los celosos custodios de los intereses comunales, le obligan poner al vecino que construye su casita, a costa de una multa, si acaso no respeta las ordenanzas.
Si alguien consulta en la Municipalidad por esta información (como hemos hecho, pete mediante de Juliana), lo remiten a la provincia y cuando intenta averiguar en los organismos provinciales por esta obra, lo remiten a la Nación. La Nación no responde y la provincia junto con el Municipio no controlan ni dan explicaciones, por lo tanto, la obra puede permanecer inconclusa decenas de meses y no habrá forma de que alguien pueda hacer oír su queja y mucho menos que alguien se la reciba. Por este motivo es que el papel de la prensa, en estos casos, es tan importante.
Revelar que en Río Gallegos existe una calle que hace 8 meses está siendo removida y de la cual no existe información oficial, tendría que ser un escándalo. Es un hecho para enrostrarle a los candidatos a Intendentes del partido Radical que se proponen para octubre. Este partido gobierna la ciudad por dos mandatos consecutivos y cuatro con alternancia excepto uno (1999/2003) que estuvo en manos del PJ. Pero, indudablemente, la oficina de Obras Públicas de la comuna está muy dispuesta para cambiar con celeridad los cartelitos de la calle Roca, por las de Néstor Kirchner, antes que velar por el servicio y la seguridad de los vecinos. Lo peor, es que quienes cometen estos dislates y esta falta de gestión, son los mismos que se proponen como renovación política para la próxima elección a Intendente, unos caraduras.
Asturias es la consagración de la desidia gubernamental, de la falta de control y de la impunidad con que actúan las empresas con ascendencia al poder. Continuidad de la megaobra de la “Autovía”, otra interminable infraestructura que persiste en el tiempo y nadie puede acertar a ciencia cierta cuánto costará al final de su recorrido, esta calle, por la cual hemos recibido varias quejas de los vecinos, representa lo más sanguíneo del universo keynesiano que dibujó Néstor Kirchner desde el inicio de su gestión: las obras interminables, con gastos interminables y fuera de todo control. El Radicalismo, al menos por lo que se muestra en Río Gallegos es más kirchnerista que los de la campora, abona esa práctica y nos hace pensar que, hacia adentro del gen político, el partido no se diferencia de su adversario oficialista. (R. Lasagno/OPI Santa Cruz) 30.000 desaparecidos y 4 putas!!!!