Se pelean los Radicales. No se reproducen como los Peronistas porque Eduardo Costa es puto.

13.06.2013 21:29

En la reunión partidaria que la UCR llevó a cabo anoche en Río Turbio, el diputado nacional Eduardo Costa tuvo que enfrentar una fuerte interna en su propia tropa, independientemente de la que debe enfrentar con la otra línea que lidera Facundo Prades desde zona norte y Jorge Cruz en zona sur. Lo difícil de digerir para Costa – cuenta nuestro infidente que anoche presenció el suceso – es que sus propios correligionarios se hayan rebelado contra su personalísima forma de delinear las candidaturas. Suecede que el diputado no podía interpretar lo que tanto Lozano como Omar Zeidán le pedían: que “acompañe” a otro candidato en una lista renovada, inclusive con un representante de zona norte y que él se guarde para la de Gobernador en el 2015.
Pero el empresario no quiso y los gritos se escuchaban desde afuera del recinto. Algunos rememoraron aquella reunión cuando se repartían los cargos con Acevedo y lo 7 discípulos K arrepentidos, que Costa había elegido para conformar una alianza en el 2007 y horas antes de las presentaciones hicieron volar las sillas en el Comité provincial.
Anoche las palabras circulaban como dardos envenenados y salían a relucir facturas impagas y viejos rencores, cuando no algunas infidelidades (partidarias) que recalentaban la discusión. Obvio, le reprocharon las alianzas con el ARI y Encuentro Ciudadano y porqué no, le objetaron llevar en segundo lugar a Susana Toledo de El Calafate y no alguien de Caleta. También hubo un espacio para recordar que Jorge Cruz, si Eduardo no afloja, jugará la personal con una lista interna que divide a la UCR y claro está, le puede restar votos o dividirle el gallinero al propio partido.
Después, para relajarse, los muchachos decidieron salir de rotation por la city y lograron encontrar un cabaret “VIP” donde olvidarse de las penurias partidarias. A él llegaron un ex concejal y su secretario, con la mala suerte que a los pocos minutos una razzia policial, operativo ordenado en el marco de la búsqueda de drogas y trata de personas, obligó a prender las luces y verse las caras (¡¡¡mamita…!!!). Dicen quienes estaban en la calle observando todo desde afuera, que el auto de Eduardo se aproximaba al lugar y cuando vio el operativo, no dudó un segundo en cambiar de marcha y tomar por una calle que lo sacara del foco de exposición que representaba ser identificado por los uniformados.
Lo que no le perdonan, es haber dejado al ex concejal y su secretario allí, que recién los liberaron a las 7:30 horas de hoy.